De un tiempo a esta parte, son cada vez más recurrentes las modificaciones- vía adendas- realizadas en los contratos de concesión de infraestructura que firma el estado. Algunas voces ya advierten que con estos agregados, el sector público-y el país-no siempre salen ganando.
El equilibrio económico-financiero, el respeto del factor de competencia y los plazos, son elementos que, según los especialistas, no deberían variar en una concesión, a fin de que las renegociaciones no le saquen la vuelta al estado.
Las renegociaciones son habituales y necesarias en todo el mundo, pero que en la medida en que haya más experiencia, se va a ir reduciendo. Algo que no parece ocurrir en el ámbito nacional, ya que los encargados de las concesiones alegan que en el Perú aun se está aprendiendo en concesiones.
Las adendas son producto del bajo nivel de los estudios con los que se contratan los proyectos. Esto motiva que al momento de ejecutar las inversiones aparezcan los imprevistos, los montos de inversión varíen y con estos el equilibrio económico-financiero.